...navidad...

…el origen cristiano del Árbol de Navidad consta en un anónimo escrito en la Edad Media, encontrado en un monasterio de Sicilia…se trata de la siguiente leyenda…

…el día de la Natividad de Jesús, todas las criaturas fueron a adorarlo a Belén….los árboles hicieron lo mismo y ninguno logro llegar tan cerca del recién nacido como un abeto…sin embargo, era tan pequeño, que los otros lo cubrían con sus altos troncos, sus ramas frondosas y sus flore perfumadas…las estrellas se apiadaron y cayeron como lluvia de nieve sobre el opacado abeto…sobre su cima se poso la Estrella de Belén…al contemplar un árbol tan hermosos, el Niño Jesús lo bendijo con una sonrisa…

…esta bella historia ha pasado de generación en generación entre los miembros de la familia, y cada vez que se monta el Árbol de Navidad, previo a las celebraciones por el nacimiento del Niño Jesús, es narrada a los más chicos mientras se van colocando los adornos y sacando de las cajas los recuerdos atesorados por años en ellas…finalmente, los niños, elevados sobre nuestros hombros, son los encargados de colocar en su cima la estrella y el ángel, símbolos inequívocos de la presencia del espíritu navideño en cada hogar (según Paulina, mi sobrina regalona, el árbol de los abuelitos es tan grande que se necesitan escaleras y varios días para poder armarlo...por eso siempre se termina casi al limite de la Nochebuena…ella siempre tiene una buena explicación para todo!!)…

…este año la Navidad tendrá un significado especial…será el momento del reencuentro con mi familia, luego de dos años de estropicio, con aquellos a quienes deje de lado por perseguir una quimera, y aparté de mi vida, olvidando las tradiciones, los recuerdos y la magia de cada instante…las sonrisas de los niños, la iluminación de sus caritas al ver sus regalos, el empeño que ponen en escribir una carta para el Viejito Pascuero, en decorar una galleta de jengibre o hacer las tarjetas navideñas de la familia…tradiciones que se han traspasado como ritos propios de la festividad de padres a hijos…de abuelos a nietos…

…aún recuerdo cada árbol realizado a lo largo de mi vida…los familiares, con sus bolas de cristal soplado, sus luces en forma de lagrimas, llenas de un liquido que al calor de la ampolleta empezaba a burbujear, generando la sensación de magia encerrada, el entusiasmo de mis hermanos, los comentarios de la mamá y mi aya, al mencionar la data de cada adorno y quien lo había regalado a la familia (...la más vieja, era una bola formato king size, de cristal soplado, que estaba en la familia desde el primer árbol realizado por mis padres cuando se casaron, regalo de un tío materno…), una tradición que aún se mantiene entre los hermanos, al regalarnos adornos para nuestros respectivos árboles…con cariño recuerdo mi primer árbol oficiando como dueño de casa, junto a Vito, en un diciembre nevado italiano, con figuritas de madera, manzanas lacadas y pequeños adornos de cristal, simple, rústico, pero realizado con la ilusión del primer amor y de tener un futuro entero por delante, junto al ser amado…luego de ese, hubo muchos más, algunos memorables, como el pino blanco con figuritas de origami, realizado para W, como regalo sorpresa, y que tenia tantas luces, que podía iluminar toda el interior del depa donde vivíamos…el realizado junto al pastel, en nuestra primera navidad auquénida, soportando los miles de grados de temperatura de sanhattan, a su familia y a sus delirios de macho dominante (como si alguna vez le hice caso) y en donde pude apreciar definitivamente nuestras grandes e insalvables diferencias sociales, culturales e intelectuales…

…también hay navidades para olvidar, cargadas de dolor, de ira, de furia y de frustración, pero que no vale la pena recordar ahora, porque son parte de un pasado que ya se fue, y que se cerro junto con el girar de una puerta, el cerrar de una maleta o el retorno al terruño, con el corazón encogido y el dolor metido en un bolsillo…de esas navidades solo basta mencionar que el destino se encargue de no repetirlas (al menos, las más dolorosas) y que si ocurre lo contrario, ya estoy preparado para afrontarlas de nuevo…

…por lo pronto, solo me resta sonreír y sentir en mi corazón la ilusión de una Navidad ideal, que he guardado por siempre en mis recuerdos, y que tiene relación con la familia, los niños, las risas, la alegría, la complicidad del regalo escondido y la magia de una Nochebuena en torno al verdadero sentido de la misma…celebrar el nacimiento del Niño Jesús y acunar ese sentimiento por siempre en nuestro corazón…Merry Xmas!!!